jueves, 13 de febrero de 2014

Gumbo. O como comer jambalaya en Madrid


Gumbo de marisco

Me encantan los programas de comida/ gastronomía del canal Energy de televisión: desde los camiones de comida (Comida sobre Ruedas), pasando por Cena Imposible o Comiendo en América. He descubierto muchos platos interesantes que me han llamado la atención de la gastronomía norteamericana, pero la que se ha convertido en mi favorita es la cocina cajun o de Nueva Orleans, tal vez por la mezcla de raíces europeas (francesas y españolas) y caribeñas. Viendo preparar algunas de esas comidas en la pantalla, se me hacía la boca agua, así que decidí localizar donde las podía probar en Madrid y me puse a buscar jambalaya y gumbo.

El jambalaya es casi una paella pasada por el Caribe y el gumbo una sopa de arroz con sabores bastante fuertes, normalmente de marisco pero también la hay de carne, comida un poco distinta de lo habitual, exótica para Madrid, aunque parezca que lo exótico siempre tiene que ser oriental. En este caso es comida de Estados Unidos y no la típica hamburguesa, que de eso han proliferado ya bastantes locales, pasando del Mc Donalds a las hamburguesas gourmet.

Mirando un poco por internet, no fue difícil localizar un restaurante donde me podía dar el capricho (eso sí , uno y no más, tiene competencia cero en Madrid). Y tenía que llamarse Gumbo claro está. Las críticas en internet eran bastante buenas, tanto de españoles como de estadounidenses. Y en cuanto he tenido la oportunidad, allí he ido a probar la comida.

Llegamos a las dos y aún estaban comiendo los cocineros, pero en unos minutos todo estuvo listo. Primera decepción: el jambalaya estaba agotado y hasta al menos una hora más tarde no tendrían. ¡Mi primera oportunidad para comer jambalaya fracasó!

Finalmente nos decidimos por una sopa Gumbo a compartir y como segundos unos langostinos French Quartier (yo lo he visto en estos programas de televisión que citaba antés y lo llamaban étouffée) y un plato de cerdo a la barbacoa sobre pan de maíz, que es realmente un pulled pork, otro de mis platos favoritos estadounidenses. Una cerveza Samuel Adams para acompañar y ambientar además de agua.

La sopa, de marisco, muy sabrosa, los langostinos son de verdad, sobre un lecho de arroz y una salsa ligeramente picante, todo muy muy bueno. ¡Qué pena de jambalaya! Algún plato más se agotó enseguida pero el resto que vimos pasar también tenía muy buen aspecto: casi todo el mundo pedía los cinematográficos tomates verdes fritos y el atún ennegrecido. 

De postre una tarta de zanahoria perfecta, muy jugosa, de las mejores que he comido en Madrid.

Así que puntos fuertes:
  • comida exótica
  • todo muy bien preparado
  • camareros atentos, te explican los platos
Y pequeños fallos:
  • platos agotados nada más abrir
  • por las noches abren a las nueve, un poco tarde para los que nos gusta cenar pronto, sobre todo entre semana
  • precio medio/ alto (1 entrante a compartir, 2 segundos, postre a compartir y bebidas: 53 euros)


Sobre el precio, entiendo que algún ingrediente puede ser caro o difícil de encontrar en España. Y al no tener realmente competencia, pueden situarse en una escala algo más alta. Las raciones no eran escasas, pero tampoco abundantes. Suficientes, pero para personas de mucho comer pueden quedarse justas.

La decoración es agradable, sin llamar mucho la atención. No parece el típico sitio de moda en el que se va más a ser visto que a comer algo interesante. Se llenó casi enseguida, así que mejor reservar. No es excesivamente pequeño pero tampoco hay demasiadas mesas, eso sí bastante juntas entre sí.

La situación: está en la calle del Pez, barrio de Malasaña ya, zona bastante animada y con buen ambiente a pesar de estar a pocos pasos de la Plaza de la Luna.

¿Volveré? Sólo por probar el jambalaya diría que sí. Y espero que en mi próxima vez lo tengan. No es un sitio para ir continuamente pero sí para darse un capricho de vez en cuando.

Gumbo
C/ del Pez 15
Madrid


lunes, 10 de febrero de 2014

Ruta de cronuts por Madrid: pastelerías Vait

Una nueva moda en pastelería y meriendas, pues hay que probarla. Son los cronuts, una mezcla entre donuts y croissant, es decir la masa del croissant, pero en forma de rosquilla como un donuts, glaseado y relleno y después frito. Dicho así, suena como una bomba o un engendro, pero si tantas pasiones está levantando, al menos en Nueva York, no puedo quedarme sin saber cómo está y si es para tanto.

Así que a la búsqueda de cronuts en Madrid, aparecen varias posibilidades:

La más simple, por su ubicación son las pastelerías Vait, así que esta será la primera parada de la ruta. Tienen varias tiendas, con una zona de cafetería y otra de pastelería, el público sería el tipo "abuelitas pijas" principalmente, muy del barrio de Salamanca. Cafetería de las de toda la vida, no especialmente cómoda, con su barra cromada y camareros uniformados. Casi sorprende que sea aquí donde lleguen antes las nuevas modas o nuevos inventos, no es una pastelería de diseño ni de vanguardia aunque tiene gran variedad de pastelería clásica, pero no "de barrio": es más del estilo de bombas, souffles o crema frangipane por poner  un ejemplo. Ellos se definen como "alta pastelería".

En la de la calle Alcalá (la que más a mano me cae, aunque hay seis en Madrid, en zonas como La Moraleja, El Plantío, etc.) el cronut de crema se había agotado, de hecho vi pasar el último, se me adelantaron por minutos. Las otras versiones son limón, chocolate y fresa/ frambuesa, van rellenos y con cobertura.

Para mi gusto, entre la cobertura y el relleno no se podía casi saborear la masa, quedaba casi anulada y era más bien escasa, tal vez el de crema que creo que no llevaba cobertura o era mínima hubiera resultado mejor, porque podía haber estado comiendo cualquier otro bollo o pastel, no pude apreciar mucho más que la crema de limón y el azúcar exagerado de la cobertura. Es decir, mi nota de momento para el cronut no es muy elevada:

Cronut de limón Vait 6/10
Cronut de chocolate Vait 5 /10  (el chocolate no era gran cosa)

El precio no es excesivamente caro para el tipo de pastelería en el que están, ni para como se las gastan en Nueva York: aquí son 2,20 Euros


la crema de limón y el glaseado del cronut: poco espacio para la masa

¿se parece a la foto? en todo caso aquí están las variedades y precio

primer plano del cronut: a simple vista parece un donuts más


Cronut
Pastelería Vait
C/ Alcalá 54
Madrid


viernes, 7 de febrero de 2014

Okashi Sanda. Bar y tartas japonesas en Madrid.

Si piensas en comer japonés, casi siempre se viene a la cabeza el sushi y poco más, como si en España nos alimentáramos casi exclusivamente de paella. Si te concentras un poco, se te ocurrirá ramen, tempura... ¿ Y qué más? ... Pues Okashi Sanda: tienen tapas, tartas, bebidas japonesas. ¿Parece muy friki? Es posible, pero todo está muy rico y si quieres ir más allá del sushi aquí tienes tu oportunidad. Ni siquiera es caro, así que es fácil darle una oportunidad y quedar encantado.

Es uno de los pocos sitios donde se puede probar el okonomiyaki en Madrid, esa especie de tortilla / pizza japonesa ( el otro es el Hanakura). Realmente es una masa a la que se añaden ingredientes varios y se cocina a la plancha, muy recomendable.
okonomiyaki



Otra tapa muy buena que tienen son Takoyaki, bolitas de pulpo, muy muy jugosas. Todo esto acompañado de calpis y otros refrescos importados, te matcha, cervezas japonesas o si quieres algo más fuerte, cocteles a base de licores japoneses y calpis. 

el refresco misterioso
refresco de ?


cerveza Kirin

croquetas de patata


Los sábados a mediodía preparan ramen y los domingos para comer, bento:  siempre avisan en su facebook el día anterior para explicarte lo que van a hacer y las tartas muy caseras que han preparado (con una pinta tremenda)




Eso sí, la única pega, solamente abren los fines de semana, a menos que tenga algún evento.  Los próximos van a ser una fiesta de mochi ( sí, tienen máquina para mochis) y también están planeando una fiesta / barra libre de dulces. 

Si después de esto, quieres correr a conocerlos, como hice yo, están en el corazón del barrio de La Latina de Madrid, concretamente:

Okashi Sanda
C/ El Almendro 8
Madrid